La temperatura causa cambios en las cantidades de energía térmica contenida en una sustancia o sistema. A mayor temperatura, mayor cantidad de energía térmica retenida.
La energía térmica de un objeto se debe al movimiento de las partículas que lo constituyen. Estas partículas pueden ser átomos, moléculas o electrones. Cuando la energía térmica se transfiere de un objeto a otro, se conoce como calor. Un ejemplo práctico de energía térmica es una olla en una estufa. A medida que aumenta la temperatura de la bobina de calentamiento, aumenta su energía térmica. La energía térmica se transfiere de la bobina a la olla, y de la olla al agua, lo que resulta en agua caliente.