Algunas causas de la codicia incluyen la adicción psicológica, la duda de sí mismo u otros sentimientos negativos, el narcisismo y una correlación inconsciente entre la riqueza y la autoestima, según Psychology Today. La codicia se define como un deseo excesivo, especialmente por la riqueza o las posesiones.
Las raíces de la verdadera codicia provienen de la adicción psicológica genuina. Los individuos excesivamente codiciosos derivan sus principales sentimientos de placer de la acumulación de dinero y posesiones materiales. Para los individuos más codiciosos, no hay un punto final para la recolección de riqueza, y ninguna cantidad de dinero establecida puede ser satisfactoria. Ganar riqueza crea una liberación de dopamina en el cerebro, lo que hace que estas personas deseen implacablemente más dinero y más posesiones.
Una adicción a la codicia puede provenir de sentimientos profundamente arraigados de insuficiencia, depresión, soledad, ansiedad u otros sentimientos negativos. Los individuos codiciosos pueden intentar evitar estos sentimientos a través de la acumulación de una fortuna. Su riqueza puede permitir que se engañen a sí mismos haciéndoles creer que no tienen problemas o que todos los problemas pueden resolverse con dinero. La codicia también conduce con frecuencia al narcisismo. Muchas personas codiciosas están muy preocupadas por su autoimagen y acumulan posesiones extravagantes para servir como símbolos de estatus.
Los individuos más codiciosos a menudo correlacionan erróneamente el dinero con los sentimientos de autoestima. Pueden percibir su fortuna como un sustituto de virtudes como la amistad, el amor o la lealtad. Estas personas pueden convertirse en suicidas si experimentan una pérdida financiera significativa, debido a que gran parte de su autoestima está relacionada con el dinero.