Los murciélagos vampiros comunes miden entre 3 y 3.5 pulgadas de largo, con pelaje corto de color naranja rojizo o marrón y con pequeñas colas. Tienen hocicos cortos y romos y orejas puntiagudas. Los dientes incisivos superiores con los que perforan la presa son muy afilados. Tienen alas largas y puntiagudas y pulgares segmentados en sus extremidades anteriores.
Debido a que la primera articulación de sus pulgares es extremadamente larga, los murciélagos vampiros pueden saltar por el suelo usando sus extremidades anteriores. Usando sus pulgares fuertes para lanzarse 3 pies o más en el aire, son el único tipo de murciélago capaz de alcanzar el vuelo desde el suelo. Durante el día, cuelgan de los techos de las cuevas en la oscuridad total en colonias de alrededor de 100 a 1.000 individuos, y por la noche salen a alimentarse.
Los murciélagos vampiros son los únicos mamíferos que se alimentan de sangre y nada más. Los sensores de calor en sus caras les alertan a la presa. Normalmente apuntan a las vacas dormidas, caballos y otros animales, pero ocasionalmente toman la sangre de los humanos. Por lo general, aterrizan cerca de su presa, se arrastran hacia ella, hacen una pequeña incisión con los dientes y laman la sangre. Un anticoagulante en su saliva evita que la sangre se coagule. La cantidad de sangre que toman no pone en peligro al animal, pero a veces los murciélagos vampiros transportan la rabia y otras enfermedades. Los murciélagos vampiros se alimentan durante unos 30 minutos, y en ese tiempo, la cantidad de sangre que consumen puede duplicar su peso corporal.
