Se puede encontrar una notocorda en los embriones de todos los cordados, el filo que contiene las subfilas de peces, mamíferos, reptiles, aves y anfibios. La notocorda define el eje primitivo del embrión, es una estructura de anatomía embrionaria transitoria y no suele encontrarse en adultos.
En la mayoría de los vertebrados, la notocorda se transforma en diferentes estructuras durante el período gestacional. Algunas criaturas como la lamprea, el hagfish y los renacuajos conservan una notocorda post-embrionaria. En el embrión humano, la notocorda se forma en la tercera semana de embarazo. Es necesario modelar el plegamiento del embrión y, finalmente, desempeña un papel en el crecimiento del núcleo pulposo y el disco intervertebral.
Una condición llamada quiste de Tornwaldt puede ocurrir cuando los remanentes de la notocorda persisten a lo largo del vertebrado humano. Los quistes suelen ser pequeños y asintomáticos, y se encuentran incidentalmente a través de una resonancia magnética necesaria para otras necesidades médicas. Por lo general, un quiste grande se presenta con síntomas de obstrucción.
El estudio de la notocorda ha ayudado a los investigadores a comprender el desarrollo embrionario del sistema nervioso central. Específicamente, la notocorda es responsable de la secreción de la proteína de señalización, "Sonic Hedgehog" (SHH, Shh), que tiene un papel fundamental en la señalización del desarrollo de las neuronas motoras y la formación de dígitos y extremidades.