Los gatos de la arena son una especie casi amenazada y no se deben mantener como mascotas. También tienen una alta tasa de mortalidad juvenil cuando están en cautiverio, lo que refleja su incapacidad para adaptarse a un entorno confinado fuera de su hábitat natural.
La tasa de mortalidad juvenil para los gatos de arena es del 41 por ciento mientras están en cautiverio. Esta especie de gato puebla principalmente el desierto del Sahara, y se cree que las poblaciones más pequeñas se encuentran en Asia Central y partes de Oriente Medio. Son animales solitarios que han sido difíciles de estudiar. Los gatos de arena tienen patas recubiertas de piel que evitan que se hundan en la arena cuando caminan, lo que elimina sus huellas y los hace difíciles de rastrear.