A pesar de la estrecha relación entre la Tierra y su luna, así como las exitosas visitas humanas a la luna, la vida allí actualmente no es sostenible. La luna no proporciona suficiente oxígeno para que los humanos sobrevivan. La radiación solar también es un problema, ya que la luna está fuera de la atmósfera protectora de la Tierra.
Incluso si los humanos tuvieran que usar equipo de protección para sobrevivir en la superficie durante un período prolongado de tiempo, la Luna carece de amplios recursos. El descubrimiento indica que una fuente de energía tendría que surgir para soportar la calefacción y la iluminación. La luna también experimenta más temperaturas extremas de calor y frío que la Tierra.