Aunque los hipopótamos son semiacuáticos, no pueden nadar ni flotar. En su lugar, usan sus piernas para empujar desde el fondo del río y empujarse hacia adelante.
Los hipopótamos tienen muchas adaptaciones para la vida en los ríos y lagos de su África natal. Sus ojos, orejas y orificios nasales están sobre sus cabezas, lo que les permite respirar mientras permanecen sumergidos en su mayoría. Tienen membranas claras que protegen sus ojos mientras están bajo el agua. Los hipopótamos pueden cerrar sus fosas nasales y sus orejas y pueden permanecer debajo del agua durante al menos cinco minutos. Sus dedos palmeados les dan un buen apoyo en aguas poco profundas. Incluso tienen un reflejo que les permite dormir bajo el agua, lo que hace que se levanten para respirar cada pocos minutos sin despertarse.