No todas las tortugas acuáticas pueden respirar bajo el agua, pero algunas han desarrollado métodos para obtener oxígeno mientras están bajo el agua. Algunas toman agua a través de sus narices o bocas y obtienen oxígeno a través de sus faringe, mientras que otras toman el agua a través de sus aberturas anales, de acuerdo con la Fundación de Recursos Oceánicos.
El oxígeno puede ser absorbido a través de la piel en la garganta o a través de sacos especializados en el área anal. También hay al menos una especie con estructuras branquiales en el área anal que ayuda con la respiración bajo el agua. Las tortugas pueden aguantar la respiración por períodos prolongados de tiempo, hasta tres horas en algunas especies, y pueden manejar mejor el dióxido de carbono, reduciendo la frecuencia con la que necesitan respirar.