Muchas condiciones diferentes pueden hacer que un perro se lama compulsivamente, desde ansiedad y el deseo de atención hasta enfermedades de los sistemas suprarrenal, gastrointestinal, neurológico o dental. El primer paso que un veterinario da para identificar el correcto funcionamiento del sistema corporal en el perro es un examen físico total, así como un examen neurológico completo.
La ansiedad es una de las causas más comunes, así como una que requiere las formas menos invasivas de intervención de un veterinario. Cuando las mascotas carecen de una interacción significativa con sus dueños y carecen de una cantidad adecuada de ejercicio en sus rutinas diarias, la ansiedad es el resultado. Los perros llevan a cabo su frustración y preocupación al adoptar comportamientos compulsivos, como aparentar que se lamen todo a la vista.
La dieta del perro también es alimento para el análisis, ya que las náuseas son también una de las causas más comunes de lamer compulsivamente. Comprender cuánto come un perro, qué come y con qué frecuencia forma parte de esta ecuación. Agregar demasiadas golosinas y restos de mesa puede hacer que un perro sea mucho más amigable, pero puede agregar estrés al proceso digestivo que lo lleva a lamer como un mecanismo de afrontamiento. Las causas sistémicas son mucho más raras y requieren una forma de tratamiento mucho más invasiva.