La resistencia se produce cuando los electrones que llevan una carga eléctrica chocan con los átomos de un cable y se ven impedidos. Un cable más largo brinda más oportunidades para colisiones, lo que a su vez crea una mayor resistencia.
El Jefferson Lab describe los átomos de un metal como de configuración similar a un cristal. Sólo la capa exterior de los electrones interactúa con otros átomos. Estos electrones se mantienen en el átomo con una pequeña cantidad de energía llamada banda de valencia. Proporcionar energía adicional eleva estos electrones a la banda conductora, donde pueden moverse libremente a través de la estructura cristalina. Es este movimiento el que puede encontrar diferentes niveles de resistencia, dependiendo del tipo de material y su longitud.
La fórmula para la resistencia de un cable es R = pL /A, donde R significa resistencia, p para resistividad (en ohm? metros), L para longitud del cable (en metros) y A para área de sección transversal (en metros cuadrados). La ley de Ohm, llamada así por el científico alemán Georg Simon Ohm, también proporciona la fórmula para calcular la resistencia como R = V /I, donde R representa resistencia, V para diferencia de potencial e I para corriente. La resistencia se mide en ohmios, mientras que la diferencia de potencial y la corriente se miden en voltios y amperios, respectivamente.