Las hojas de las plantas generalmente se vuelven amarillas por una variedad de razones, que pueden incluir deficiencias nutricionales, drenaje deficiente, raíces compactadas o dañadas, exceso de riego, luz insuficiente e infecciones virales. Además, las hojas a menudo se vuelven Amarillo y caída de plantas de la casa simplemente como resultado de la edad. Al investigar una posible causa a la vez, es posible deducir la causa de las hojas amarillentas de las plantas y, a menudo, corregir la situación.
El primer paso para diagnosticar la causa de las hojas amarillentas es verificar las raíces y el drenaje de la planta. Si la planta no se drena bien, o si una inspección muestra daños o compactación de las raíces, la solución puede ser la colocación de la piedra, la labranza o el mantillo. Si es evidente un drenaje deficiente, recortar el riego también debería ayudar a la salud de la planta.
La deficiencia nutricional más común que causa hojas amarillas en las plantas domésticas es la falta de hierro. Si el amarillamiento comienza en las hojas más jóvenes y progresa gradualmente hacia hojas más viejas, es probable que la causa sea la falta de hierro. El amarillamiento que comienza primero en las hojas más viejas puede deberse a deficiencias en el manganeso, nitrógeno o zinc. Probar el nivel de pH del suelo es un buen comienzo para diagnosticar estas deficiencias.
Si el amarilleo se produce solo en el lado de las hojas que están lejos del sol, la causa puede ser la falta de luz suficiente para esas áreas. Si un virus está causando el amarilleo, la planta probablemente también muestre otros signos de mala salud, incluyendo hojas y flores deformadas. En este caso, es posible que no se pueda hacer nada para salvar la planta.