Las perras no necesariamente hacen mejores mascotas. Sin embargo, tienden a madurar más rápido que los perros machos y las hembras intactas pueden ser menos agresivas y difíciles que los machos intactos.
Las diferencias entre machos y hembras suelen ser bastante pequeñas en animales esterilizados o castrados. Su madurez más rápida puede hacer que las hembras sean más fáciles de entrenar que los machos, especialmente cuando el perro es más joven. Sin embargo, las mujeres también tienden a ser más independientes, lo que puede hacerles un desafío entrenar. También tienden a perdonar menos los errores cometidos tanto por humanos como por otros perros.
Los perros machos pueden ser más agresivos que las perras. Esto a menudo toma la forma de un comportamiento amenazador, que puede no conducir a un ataque real. Cuando las perras atacan a otro perro, tiende a ser una pelea más seria que una exhibición. Los perros machos tienen más probabilidades de morder a las personas que las perras, aunque la causa es importante. La protección de recursos, que es una agresión en un esfuerzo por proteger alimentos u otro elemento valioso, es la misma en ambos sexos.
Las perras intactas pueden ser difíciles durante sus ciclos de calor. Estos ciclos, que imitan el embarazo en un sentido hormonal, pueden hacer que el perro desarrolle ansiedad o protección. Puede ser más probable que ataque a personas o animales que la asustan o que se acerquen a sus posesiones, como una cama o un juguete favorito. La esterilización alivia este problema.