La computación ecológica es importante para la sociedad debido a la prolífica fabricación y el uso de equipos electrónicos en las sociedades modernas. Además de los impactos ambientales de la producción de energía necesarios para operar este equipo, son preocupantes los materiales utilizados para producir productos electrónicos y cómo deshacerse de los residuos electrónicos.
También conocida como tecnología ecológica, la computación ecológica busca minimizar los impactos ambientales negativos mediante el uso responsable de la electrónica, mediante la creación de diseños de eficiencia energética (como los CPU), a través de la implementación de programas de reciclaje que pueden reutilizar las computadoras existentes. , y mediante el diseño de procesos de fabricación que minimizan el desperdicio.
Una de las iniciativas públicas voluntarias más tempranas y más reconocidas para la computación ecológica fue la introducción por parte de la Agencia de Protección Ambiental de la etiqueta "Energy Star" en 1992, que se ve comúnmente en computadoras portátiles y pantallas de computadoras. Este programa también fue adoptado en Europa y Asia.
Algunas de las prácticas habituales que pueden utilizar los usuarios electrónicos o de computadoras de su hogar para apoyar la computación ecológica incluyen el uso de las funciones de suspensión o hibernación cuando no se usa activamente una unidad, lo que apaga las computadoras por la noche, considerando la compra de productos restaurados unidades a diferencia de las nuevas, y cumplir con las directrices locales para la eliminación segura y responsable de los equipos de desecho.