A primera vista, algunos pueden encontrar el número de 24 horas confuso o incluso arbitrario dado que la mayoría de las otras medidas importantes de tiempo, incluidos segundos y minutos, se definen por 60 unidades. Pero la división del día en 24 partes iguales se remonta al antiguo Egipto, que usaba las estrellas como una forma de dividir el tiempo en un día.
Los egipcios usaban relojes de sol para medir el progreso del día mientras el sol estaba afuera, y durante las horas nocturnas usaban estrellas para medir la hora, dividiéndose en un total de 12 unidades de luz diurna y 12 estrellas por la noche. El número 12 era importante en otras áreas de la vida egipcia. Hubo 12 ciclos lunares en un año y 12 articulaciones de conteo en la mano, por ejemplo.