El Corán es la escritura principal de la fe del Islam. Es la referencia más importante para todos los asuntos de la fe, la práctica social, la contemplación de la ley y la comprensión de lo Divino. También es un vínculo directo con el amado profeta del Islam, Muhammad, el hombre que recibió y difundió por primera vez el santo mensaje del texto.
En la creencia islámica, el Corán es la palabra inmediata de Dios, o Alá. En este sentido, la palabra de Dios se relacionó directamente con el profeta Mahoma a través del ángel Gabriel, el principal mensajero de Dios. Esto significa que siempre hay una urgencia literal en la interpretación de los versos del Corán, más que lo que a menudo se aplica a las escrituras judías y cristianas.
La creencia islámica también sostiene que Alá pretende que el Corán, aunque es hermoso, sea lo más importante para que sea fácil de entender y accesible para todos. Debido a que muchos árabes contemporáneos de Mahoma eran parcial o totalmente analfabetos, se pone un gran énfasis en la capacidad de aprender versos a través de la audición y la recitación (la palabra árabe para recitar es la de la que se deriva "Corán"), en lugar de leer ellos. En otras palabras, la primacía se pone en la oralidad del Corán.
También de especial importancia, el Corán sirve como prueba para los musulmanes de un pacto entre ellos y Alá, uno que sitúa a la humanidad como el administrador de la creación amorosa de Dios, el mundo. Por lo tanto, los musulmanes están encargados de proteger la naturaleza y crear una sociedad que refleje la verdad de Alá, su preocupación por la humanidad y su deseo de ver a los seres humanos como libres para vivir vidas agradables a Él.
Finalmente, el Corán, para los musulmanes, sirve como la última fuente de revelación profética. Si bien el Islam reconoce con reverencia los mensajeros pasados de Dios, incluidos Abraham, Moisés y Jesús, Mahoma se considera el último o el "Sello de los Profetas". Por lo tanto, el Corán no es solo la última verdad que se transmite a los humanos, sino que busca enmendar los malentendidos pasados.