La cultura organizacional es importante para establecer normas y estándares dentro de las organizaciones que influyen en todos los aspectos de la vida de la empresa, incluidos los momentos en que los empleados llegan y se van, los estilos de vestimenta y otras normas. La cultura organizativa genera críticas de algunos, y alabanza de los demás. Algunos ven la cultura organizacional como algo que limita y limita, lo que obliga a las personas a abandonar el individualismo por una imagen corporativa más amplia y genérica, mientras que otros elogian la cultura organizacional por el establecimiento de reglas y comportamientos para los empleados.
Un beneficio de la cultura organizacional es que ayuda a dar forma a las personalidades de las empresas individuales y a distinguirlas de las demás. Al igual que las personas, las organizaciones difieren en personalidades. Las empresas tienen diferentes ambientes de trabajo y estados de ánimo. Algunos son informales y discretos, mientras que otros luchan por el éxito y promueven entornos de trabajo acelerados.
La cultura organizacional establece reglas y procedimientos que rigen las acciones y la conducta de los empleados para reflejar esos aspectos del negocio. Algunas compañías, por ejemplo, podrían adoptar normas para que los empleados se vayan temprano los viernes o trabajen menos horas durante los meses de verano. Algunos aspectos de la cultura organizacional existen como reglas y requisitos formales documentados formalmente en papel, mientras que los empleados simplemente aprenden, comprenden y practican a otros a lo largo del tiempo. Las culturas organizativas afectan a todos los trabajadores de una empresa determinada, pero generalmente se originan a partir de las ideas y los valores de los fundadores y organizadores.