La diversidad se considera buena para los negocios, la educación y la sociedad en general porque la diversidad aprovecha al máximo los recursos humanos y enriquece los entornos de trabajo y estudio. Un grupo diverso de personas puede ofrecer una perspectiva más amplia en prácticamente cualquier situación.
Las empresas e instituciones educativas a menudo coinciden en que la diversidad crea una institución o empresa que está mejor equipada para hacer frente a la economía global. Hace el mejor uso de una fuerza laboral diversa y se considera una ventaja competitiva.
En un entorno educativo, la diversidad ofrece a los estudiantes una perspectiva más rica en temas y conceptos. La diversidad también fortalece los lazos con la comunidad y ofrece a todos los estudiantes la posibilidad de éxito.