En "Matar a un ruiseñor," Arthur "Boo" Radley se queda adentro debido al daño emocional y psicológico que su padre le ha causado desde la infancia. Scout y Jem gastan mucho El tiempo se imagina acerca de su vida porque él es su vecino, pero casi nunca aparece afuera.
Al final de la novela, cuando Scout es atacada en su camino a casa desde el concurso de comida, Boo abandona su casa para salvar su vida. Esta es una de las razones por las que Boo se destaca como uno de los "sinvergüenzas", o fuerzas inocentes de bondad en el libro. Scout y Jem se acercaron a Boo al dejarle los regalos en el agujero de un árbol, y esto vuelve a ayudar en un punto crucial de la novela.
El otro "ruiseñor" en el libro es Tom Robinson, un hombre negro que no era más que culpable de bondad para una chica blanca. Sin embargo, la propia falta de estabilidad de la niña y la crueldad de su padre la llevan a acusar falsamente a Robinson de agresión sexual, y debido a las duras realidades del racismo en ese período de tiempo, el jurado compuesto de blancos encontró a Robinson culpable murió en prisión por "tratar de escapar".