Los gatos se frotan contra las personas para comunicarse, dejan su olor, muestran afecto y reclaman a sus compañeros. Frotar contra las piernas también es una forma de saludo felino. Además, al frotarse contra la pierna de un humano, el gato deja un olor no detectado para identificarla como parte de su clan.
Un gato tiene glándulas en la frente, patas delanteras y flancos, cada uno de los cuales secreta feromonas que sirven como una comunicación química. El roce deja atrás estas feromonas, que luego señalan y dan información a otros gatos, marcando el territorio y los objetos de un gato. Similar a una huella dactilar humana, la firma de cada feromona del gato es única.