Hassium es un elemento que no tiene usos conocidos más que para investigación. A partir de 2014, los científicos no han descubierto que ocurra de forma natural. Lo crean en el laboratorio pero en una cantidad demasiado pequeña para usos prácticos.
Peter Armbruster, Gottfried Munzenber y sus compañeros de trabajo en GSI en Darmstadt, Alemania, reciben crédito por el descubrimiento de hassium en 1984. Llamaron el elemento de Hassias, el estado alemán donde lo crearon. El número atómico de Hassium es 108, y tiene un peso atómico de 269. El bombardeo nuclear de plomo-208 con los núcleos de hierro-58 forma hassio. Sin embargo, el elemento solo se forma en cantidades mínimas. El más estable de sus 12 isótopos tiene una vida media de menos de 10 segundos.
Las propiedades radiactivas de Hassium lo hacen peligroso para la salud de los humanos. Los investigadores creen que se forma como un metal, pero no pueden medir su densidad, punto de fusión, punto de ebullición u otras propiedades físicas.
Hassium no es el primer elemento sintético creado por los científicos en el laboratorio. El uranio, con 92 protones, tiene el número atómico más alto de todos los elementos naturales que se encuentran en más de pequeñas cantidades, aunque los científicos reportan pequeñas cantidades de neptunio-93 y plutonio-94 de origen natural. A partir de agosto de 2013, la creación del elemento 115 por científicos suecos se incluye en la tabla periódica de los elementos como el elemento sintético que tiene el número atómico más alto.