¿Para qué se utiliza el plasma?

El plasma, un componente de la sangre humana, se usa para tratar a las personas que sufren emergencias médicas. Las lesiones sufridas por accidentes, como quemaduras, traumas y golpes, se tratan con plasma. También se usa para tratar enfermedades crónicas como la hemofilia y algunos trastornos autoinmunes.

El plasma constituye aproximadamente el 55 por ciento de la composición de la sangre, que también incluye enzimas y sales. El plasma transporta hormonas, proteínas y nutrientes por todo el cuerpo según sea necesario y elimina los productos de desecho. También ayuda a otros elementos necesarios a moverse a través del cuerpo. Se compone principalmente de agua, electrolitos, hormonas, proteínas y dióxido de carbono. Proporciona proteínas de reserva para el cuerpo, protege contra las infecciones y mantiene los electrolitos equilibrados.

Debido a la importancia del plasma para las personas que padecen diversas afecciones médicas, los impulsos de sangre se llevan a cabo con frecuencia para fomentar la donación de plasma. Los posibles donantes son evaluados antes de la donación para detectar cualquier problema con su sangre. Una donación dura aproximadamente 90 minutos e implica una aguja que se coloca en una vena del brazo. Una máquina separa la sangre y los glóbulos rojos innecesarios se devuelven al cuerpo junto con una solución de sal. Las personas que tienen el tipo de sangre AB son más necesarias como donantes de plasma porque su sangre se puede administrar a personas de cualquier tipo de sangre.