El cobre se utiliza para tuberías y accesorios de plomería rígidos y flexibles. Su ductilidad permite que sea jalado en muchos calibres de cable eléctrico. Su maleabilidad le permite ser martillado en fregaderos, tinas y encimeras, obras de arte, techos y detalles de edificios.
El cobre se utiliza para fabricar componentes en vehículos de motor y microprocesadores. Las monedas de un centavo solían estar hechas de cobre, al igual que los botones de los uniformes de policía. El cobre también se alea con otros metales. Cuando se alea con zinc, produce latón, y cuando se alea con estaño, crea bronce. Estas aleaciones mejoran las cualidades de ambos metales parentales. El latón, por ejemplo, es más fácil de trabajar que el cobre o el zinc y tiene una acústica superior. Es por esto que algunos instrumentos musicales están hechos de latón en lugar de cobre o zinc.
El cobre también se usa para utensilios de cocina, que incluyen ollas, sartenes, moldes y tazones para mezclar. El cobre también tiene usos medicinales. Fue utilizado para curar heridas en la antigua Grecia, y algunas personas usan brazaletes de cobre para aliviar el malestar de la artritis. Es antimicrobiano y se utiliza para emergencias en hospitales, clínicas y consultorios médicos. El cobre también es un mineral que es esencial para la salud en general.