La plata se obtiene generalmente como un subproducto del proceso de purificación de otros metales como el cobre, el plomo y el zinc. La plata también se puede recolectar del oro refinado o de los minerales de plata. Normalmente se separa de sus minerales mediante un proceso de flotación y luego se purifica por fundición.
La obtención de plata a partir de cobre implica el refino y la fundición electrolíticos. La plata se puede obtener a partir de minerales de plomo mediante el proceso de Parkes, que involucra plomo fundido tratado con zinc. En este proceso, el zinc se combina con y extrae la plata y el oro del mineral original. Esta nueva aleación se lleva a la superficie de forma natural, se elimina manualmente y luego se destila para separar cualquier zinc. Luego, la plata se extrae de la aleación restante mediante electrólisis o procesos químicos.
A veces, la plata se puede extraer de los minerales mediante dos procesos: el proceso de amalgamación y el proceso de cianuración. En el proceso de amalgama, el mineral se tritura y se trata con mercurio, que se adhiere a la plata para formar una amalgama que luego se lava y se destila. El proceso de cianuración implica tratar el mineral con una solución de cianuro para disolver la plata. Después de filtrar la mezcla, el polvo de zinc permite que la mezcla forme un precipitado de plata. La plata obtenida de ambos procesos se refina por electrólisis.