Algunas adaptaciones de la raya incluyen un cuerpo plano, la ubicación de la boca y sentidos fuertes. El cuerpo plano de la raya le permite nadar en el fondo del océano o enterrarse en la arena donde se esconde para la comida, por eso la boca está convenientemente ubicada en la parte inferior del cuerpo.
Las rayas se han adaptado al océano desarrollando sentidos extremadamente fuertes, como el olfato, el oído, el tacto y la vista. Los ojos de la raya se colocan en la parte superior del cuerpo para que mientras espera a la presa en la arena, todavía pueda ver por encima de sí mismo. Las orejas, también ubicadas en la parte superior de la cabeza, son agujeros muy pequeños que albergan pelos increíblemente sensibles. Estos pelos detectan vibraciones. La raya se basa casi totalmente en su sentido del olfato para olfatear la comida.
La raya del sur tiene un sentido único del tacto que siente cambios en la presión del agua liberada por los mejillones y las almejas. También tiene un electrosense que le permite cazar siguiendo los campos eléctricos liberados por otra vida marina. La raya del sur también tiene espiráculos en la parte superior de su cabeza que le permite respirar mientras se alimenta o se esconde en la arena.