Un líder debe ser un visionario con la capacidad de influir en otros para seguir un curso determinado. Las cualidades tales como inteligencia, determinación, motivación, autoconciencia y buenas habilidades de comunicación también son importantes.
Un individuo que puede articular bien los problemas y presentar un curso de acción para que las personas logren un objetivo común probablemente se convierta en un buen líder. La autoconciencia permite al líder comprender sus propias fortalezas y debilidades, identificando así las formas de lograr los mejores resultados. Los buenos líderes tienen inteligencia emocional y pueden cuidar a los demás de tal manera que sus seguidores sean leales y estén motivados.