Sobre la base de la investigación, los científicos sospechan que los diamantes caen de la atmósfera como la lluvia en Neptuno y Urano. Las condiciones son adecuadas para este tipo de fenómenos, como la presión atmosférica, el calor intenso y los átomos de carbono en la atmósfera.
Los investigadores notan que la atmósfera de Neptuno contiene altos niveles de metano. Debido a las temperaturas extremas de entre 5,000 y 12,000 grados Fahrenheit, las moléculas de metano pueden potencialmente separarse en átomos de hidrógeno y carbono; Si el carbono sucumbe a la presión intensa, puede convertirse en diamantes. La presión atmosférica en Neptuno puede ser de 200,000 y 6,000,000 veces la presión en la Tierra.