Todas las ranas comienzan sus vidas como renacuajos que respiran bajo el agua usando su piel y branquias. A medida que la rana crece, los pulmones comienzan a desarrollarse y la rana pierde sus agallas cuando comienza a metamorfosearse.
Una rana respira con la boca cerrada, ya que puede empujar el aire a través de sus fosas nasales hacia los pulmones mediante movimientos de garganta. Este proceso se conoce como bombeo bucal. Hay muchos tipos de ranas que son capaces de absorber oxígeno a través de su piel. Cada dos semanas, la piel de la rana se muda y se come. La nueva piel es más permeable y más capaz de absorber oxígeno y liberar dióxido de carbono.