Es probable que la creencia en los dragones se originara con el descubrimiento precientífico de huesos de dinosaurios en diferentes regiones del mundo. Por lo tanto, los "dragones" en el sentido tradicional ya no existen, si es que alguna vez existieron. Sin embargo, los dragones de Komodo de las islas menores de Sunda en Indonesia continúan existiendo, como lo han hecho durante millones de años.
Los dragones de Komodo pesan alrededor de 330 libras y crecen a longitudes de alrededor de 10 pies. Son los depredadores dominantes de su hábitat extremadamente localizado. Se alimentan de una variedad de animales, incluidos los cerdos, carroñeros y humanos. Cualquier animal mordido por un dragón de Komodo, si sobrevive, invariablemente sucumbe a la intoxicación letal de la sangre como resultado de las bacterias dañinas en la saliva del dragón de Komodo.
