La lechuga es segura para alimentar a los perros en cantidades limitadas; pero es difícil de digerir para los perros y ofrece un valor nutricional limitado. Dado que la lechuga es rica en fibra, en ocasiones puede complementar la dieta de un perro y proporcionar alivio para el estreñimiento. Demasiada lechuga puede causar problemas digestivos.
Se recomienda la lechuga al vapor, ya que la mayoría de las vitaminas se conservan durante este proceso. Los perros son omnívoros y pueden comer una variedad de frutas y verduras, especialmente en comparación con los gatos. Sin embargo, muchos alimentos domésticos pueden ser tóxicos para los perros, como el chocolate, las uvas, las pasas, las nueces de macadamia y las cebollas. Los vómitos, el dolor abdominal y la pérdida de coordinación son signos de envenenamiento en los perros.