La fotosíntesis es un proceso anabólico. Esto se debe a que en el anabolismo, las moléculas complejas como las proteínas se crean y sintetizan a partir de moléculas más pequeñas y menos complejas, como los aminoácidos.
La fotosíntesis es un proceso que crea energía para que las plantas lo consuman como combustible, lo clasifica como un proceso anabólico y, por lo tanto, lo hace constructivo. Otro ejemplo de un proceso anabólico es el crecimiento muscular o de grasa. Un proceso catabólico, que puede considerarse destructivo, requiere la división de moléculas complejas, como el glucógeno, en moléculas más simples, como la glucosa. Otro ejemplo de un proceso catabólico es la descomposición de las proteínas musculares o las células grasas.
