Debido al Tratado de Versalles, Alemania perdió el 13 por ciento de su tierra (que ascendió a 25,000 millas cuadradas) y tuvo que devolver el territorio que había ganado durante la Primera Guerra Mundial. Polonia, Finlandia, Lituania, Letonia y Checoslovaquia se convirtieron en países independientes. Austria-Hungría se separó y Yugoslavia fue creada.
Francia recuperó Alsacia-Lorena de Alemania, que había capturado el área en 1870. Francia también tomó el control del Sarre, un importante campo de combate alemán, durante 15 años. Todas las colonias de Alemania y Turquía fueron retiradas de los dos países y puestas bajo el control Aliado. El Tratado de Versalles no resolvió los problemas políticos en Europa con la suficiente eficacia como para evitar la Segunda Guerra Mundial.