Durante los meses más cálidos, el termostato de un acondicionador de aire debe ajustarse a 78 grados Fahrenheit. Si esto no es cómodo, algunos expertos recomiendan bajar la temperatura a no menos de 74 grados para evitar los altos costos de los servicios públicos.
La Agencia de Protección Ambiental afirma que elevar la temperatura de 72 a 78 grados Fahrenheit puede reducir el costo de la factura de servicios públicos en un 18 por ciento. Hay otros pasos a seguir para reducir la cantidad de electricidad utilizada durante el clima más cálido. Usar ventiladores puede ahorrar un 60 por ciento en costos de enfriamiento. Mantener las ventanas protegidas del sol cerrando persianas y cortinas también ayuda a mantener temperaturas interiores más frías. Verifique que no haya fugas y selle las áreas de la casa donde pueda escapar el aire, como ventanas y puertas.