En los cuerpos de los humanos, así como en muchos animales, el torso o el tronco, es el área del cuerpo que contiene el tórax y el abdomen, e incluye el área del cuerpo entre la línea del cuello y la pelvis, excluyendo extremidades. El torso incluye características internas y externas del cuerpo humano, como órganos importantes como el riñón, el corazón, los pulmones y el hígado, la piel y varios tipos de músculos. Estos componentes esqueléticos trabajan juntos para llevar a cabo muchas funciones críticas de la vida, como la respiración, la digestión y la reproducción.
El tronco forma el área central de los cuerpos humanos y animales, que típicamente aparece como un área cuadrada o rectangular, pero existe en forma de círculo en algunas especies, como las estrellas de mar. Independientemente de la forma, la región del torso generalmente se divide en dos partes: el pecho y el abdomen. Dentro del tórax hay órganos circulatorios, como el corazón y los pulmones. El abdomen, que forma la parte inferior del torso, contiene órganos digestivos y el sistema urinario. Las dos áreas del torso están separadas físicamente por una barrera llamada diafragma, que es un músculo denso y fibroso compuesto por muchas capas. Algunos componentes esqueléticos atraviesan ambos segmentos del torso, como la médula espinal y varios músculos grandes, y ayudan al cuerpo a moverse y doblarse.