La mayoría de la ropa blanca se debe lavar con agua caliente, aunque hay algunos casos, como en el caso de las prendas delicadas y ciertos tipos de telas, cuando el agua tibia o fría puede ser más apropiada. Caliente El agua es a menudo la mejor opción para limpiar ropa muy manchada y sucia, y muchas personas prefieren el agua caliente y la lejía para lavar sus prendas de vestir blancas, toallas y sábanas.
Independientemente del color, la ropa debe ordenarse según las instrucciones del fabricante. La mayoría de los artículos lavables tienen una etiqueta con estas instrucciones, que incluyen información sobre la configuración óptima de la temperatura del agua e instrucciones de secado. También se incluyen otras recomendaciones especiales para el artículo, como "no usar lejía" o "lavar solo con colores similares".
Para la ropa manchada, saber el tipo de mancha también puede marcar la diferencia entre elegir agua caliente, tibia o fría. Algunas temperaturas funcionan mejor que otras, según el tipo de tejido y el tipo de mancha, por lo que no hacer la elección adecuada puede hacer que algunas manchas se vuelvan permanentes.