La deficiencia de zinc puede debilitar y amortiguar las papilas gustativas, haciendo que los alimentos tengan un sabor diferente. Esto puede llevar a una disminución en el apetito, señala la Guía de Salud. Tomar un suplemento de zinc puede elevar los niveles de zinc a la normalidad y restaurar un apetito sordo.
La deficiencia de zinc es común en los niños pequeños, las mujeres embarazadas o en período de lactancia, y los ancianos, según News Max. Además de los suplementos, la deficiencia nutricional de zinc se trata aumentando la ingesta diaria de alimentos ricos en zinc, como trigo, avena, huevos, leche, nueces, mariscos y carnes rojas. Aumentar la ingesta diaria de vitaminas A, E y B6, así como el calcio, puede ayudar al cuerpo a absorber mejor el zinc. Tomar demasiado hierro también puede interferir con la absorción de zinc. La ingesta promedio diaria de zinc es de 9 miligramos para mujeres adultas y 13 miligramos para hombres, según el Instituto Linus Pauling de la Universidad Estatal de Oregón.
Los pacientes con deficiencia de zinc deben consultar a un médico antes de tomar suplementos de zinc, advierte News Max. El consumo excesivo de zinc puede ser tóxico, provocando náuseas, vómitos, dolor de cabeza y dolor abdominal y, en última instancia, insuficiencia orgánica.
Además de una disminución del apetito, otros signos de bajo contenido de zinc incluyen trastornos del sueño, mala cicatrización de las heridas, hipersensibilidad a los olores y pérdida de cabello y sequedad de la piel, señala la Guía de salud de suplementos nutricionales.