Los radicales libres provienen de diferentes fuentes a las que las personas están expuestas todos los días. En general, los radicales libres provienen de las emisiones en el aire, la luz solar, la cloración, los químicos y los contaminantes.
Un radical libre es una molécula o átomo con un electrón no pareado, lo que hace que la molécula o átomo sea inestable y altamente reactivo. Hay más de 1100 familias diferentes de radicales libres. La exposición continua a los radicales libres es perjudicial, ya que provoca la oxidación y el deterioro celular.
Algunos radicales libres se producen como subproductos naturales de reacciones en las células. El humo del cigarrillo y la radiación ultravioleta también se consideran fuentes importantes de radicales libres.