Una vaca es un rumiante que tiene un estómago con cuatro compartimentos digestivos. Estos cuatro compartimentos son el rumen, el retículo, el omaso y el abomaso.
El rumen es el primer y más grande compartimiento, con capacidad para hasta 50 galones de alimento digerido. La fermentación de piensos y fibras se realiza en el rumen. También contiene miles de millones de microbios o bacterias que ayudan en la digestión de sustancias, como la celulosa y la hemicelulosa.
El retículo se conecta al rumen. La función de este compartimiento es capturar y recolectar grandes partículas de alimento para mayor rumia. El tercer compartimento es el omaso, que contiene muchos pliegues que actúan como filtros y también extraen el agua de los alimentos.
El último compartimento del estómago de una vaca es el abomaso. Aquí, las enzimas descomponen la proteína de la alimentación en aminoácidos. Desde el abomaso, estos nutrientes viajan hacia el torrente sanguíneo y el intestino delgado.
