El pollo es el pariente vivo más cercano del Tyrannosaurus Rex, según un equipo liderado por la paleontóloga Mary Schweitzer de North Carolina State University. Los científicos que llegaron a esta conclusión lo hicieron a través de un proceso de secuenciación. proteínas de un hueso de pata de Tyrannosaurus Rex fosilizado, encontrando que las moléculas del fósil de 68 millones de años mostraron una gran similitud con las que se encuentran en el pollo. Esta investigación constituyó la primera evidencia de similitud molecular entre los dinosaurios y las aves de hoy en día, una conexión que previamente se había conjeturado sobre la base de similitudes físicas.
Parte de la razón por la que esta investigación es tan impresionante es que los paleontólogos habían creído durante mucho tiempo que cualquier proteína o ADN que los fósiles pudieran haber contenido alguna vez se habrían destruido con el tiempo. Schweitzer y su equipo pudieron localizar y usar dicho material genético por primera vez en la historia paleontológica para establecer una conexión empírica entre el Tyrannosaurus Rex y el pollo común. Específicamente, el equipo utilizó el colágeno encontrado en el hueso para realizar una comparación molecular que probó lo que anteriormente solo había sido una conjetura basada en el registro fósil. Existe evidencia paleontológica adicional que sugiere que, en lugar de estar cubiertos de piel escamosa, los tiranosaurios bebés y quizás incluso adultos en realidad estaban cubiertos de plumas, al igual que sus descendientes contemporáneos.
