Las razas de caballos domesticados tienen 64 cromosomas. El caballo de Przewalski, la única raza de caballo salvaje que se conoce, tiene 66 cromosomas. A pesar de esta diferencia, ambas razas de caballos son capaces de aparearse y producir descendencia fértil.
Mapeado en 2007 por el Proyecto Genoma del Caballo, el material genético de un caballo incluye 2.700 millones de pares de bases de ADN dentro de cada cromosoma. Otros animales con 64 cromosomas son la chinchilla, el zorro Fennec y el zorrillo manchado. Los burros, que tienen 62 cromosomas, se crían con el caballo domesticado para producir mulas, que tienen 63 cromosomas. Debido a este número impar, la mayoría de las mulas son infértiles.