Los tigres blancos viven un promedio de 10 a 12 años en libertad. No son una subespecie, sino una rara variante de color del tigre de Bengala.
Los tigres de Bengala blanca son genéticamente conocidos como albinilla chinchilla, que es una variante que elimina la pigmentación de naranja de su pelaje natural. Esto deja las rayas negras intactas sobre un fondo incoloro o blanco. La coloración es recesiva, lo que significa que ambos padres deben ser blancos o portar el gen para que se produzca la descendencia blanca. En raras ocasiones, pueden nacer tigres blancos sin rayas, aunque la genética detrás de esta variante de color no se entiende completamente.