Las tortugas, incluidas las tortugas y las tortugas acuáticas, tienen diferentes períodos de vida según la especie. Algunos viven solo de 10 a 25 años, mientras que otros viven más de 150 años. La tortuga más antigua registrada es Harriet la Tortuga, quien murió a los 175 años en 2006.
Las tortugas como Harriet, una tortuga gigante de Galápagos, tienden a vivir largas vidas. No tienen depredadores naturales significativos, por lo que las únicas amenazas importantes para ellos son los humanos. Las tortugas marinas tienen una vida útil más corta que las tortugas gigantes, alrededor de 80 años. A partir de 2014, los estudios indican que los órganos vitales de las tortugas centenarias son idénticos a los de las tortugas adolescentes. Las tortugas no mueren porque envejecen, por lo que pueden ser capaces de vivir entre 400 y 500 años o más si no mueren por enfermedades, accidentes, depredadores o humanos.