La cantidad de agua que un gato debe beber debe ser aproximadamente 2.5 veces su ingesta diaria de alimentos. Como ejemplo, un gato debe beber aproximadamente 10 onzas de agua si come cuatro onzas de comida seca en un día.
Un gato puede deshidratarse en solo unas pocas horas en un día caluroso si no hay agua fresca disponible. Las enfermedades graves pueden resultar de una pérdida de agua corporal de solo el 10 por ciento. Un factor, como la lactancia, el aumento de la actividad física o un día excesivamente caluroso, puede hacer que la necesidad diaria de agua aumente hasta dos o tres veces la cantidad que normalmente se necesita. Los animales no corren riesgo si beben demasiada agua, pero el hecho de no tener suficiente podría ser perjudicial.