Arrastrarse, como caminar y sentarse de forma independiente, es un hito importante en la vida de un bebé. El rastreo requiere equilibrio, coordinación y musculatura, lo que significa que el rastreo se prepara fácilmente para el bebé en la siguiente etapa de desarrollo, que es caminar.
El valor del rastreo
Mientras que otros hitos simbolizan la progresión en el desarrollo de un niño, aprender a gatear es significativo porque marca la primera vez que un niño puede pasar de un punto a otro por su cuenta. Una vez en movimiento, los niños tienen un nuevo sentido de orgullo y logro. El rastreo abre un mundo de oportunidades para los niños a medida que descubren nuevos lugares y objetos que antes eran inaccesibles. Después de dominar el arte de gatear, los bebés progresan rápidamente a otros hitos como pararse y caminar.
Técnicas de rastreo
Aprender a gatear es importante porque requiere que un niño use su mente y su cuerpo. Los niños generalmente aprenden a sentarse antes de avanzar a gatear, lo cual es un hito importante y una buena base para gatear. El rastreo, sin embargo, agrega complejidad al estar sentado, ya que requiere que el niño use señales visuales además de la fuerza física para llegar a un destino final. Al igual que con aprender a sentarse, a un niño le puede llevar algo de tiempo aprender a arrastrarse por un espacio determinado de manera efectiva. Los niños pueden comenzar con una serie de movimientos de arrastre impares, como el rastreo clásico, que implica mover un brazo y una pierna opuestos al mismo tiempo para llegar a un punto final; un scoot, que es un movimiento aleatorio donde el niño se mueve por el piso en su parte inferior; un rastreo de cangrejo, donde el niño se mueve hacia adelante o hacia los lados con una pierna doblada y la otra recta; o comando crawl, donde un niño usa sus brazos solo para avanzar. Los niños también pueden aprender a retroceder antes de avanzar. Si un niño parece dudar de comenzar a gatear, los padres pueden usar varias técnicas para estimular el movimiento. Pueden hacer que el rastreo sea más atractivo, por ejemplo, colocando juguetes y otros objetos divertidos fuera del alcance del niño. Otros buenos incentivos son las almohadas, los sofás y los cojines, según la Academia Americana de Pediatría.
A prueba de niños en el hogar
Independientemente de la técnica, el rastreo puede traer una variedad de emociones. Los niños pueden expresar alegría y emoción cuando alcanzan un nuevo objeto a través del rastreo. También pueden expresar frustración o decepción cuando un padre o cuidador arrebata el objeto que se esfuerzan por alcanzar. Una vez que los niños aprenden a gatear, pueden moverse con bastante rapidez y facilidad. Por lo tanto, los padres deben tomar precauciones para proteger a los niños de la habitación en la que se encuentra el niño y las áreas circundantes, señala BabyCenter. Los padres pueden colocar puertas de seguridad en la parte superior de las escaleras, por ejemplo, para evitar que los niños se caigan. También deben eliminar todos los objetos que supongan un riesgo de asfixia o seguridad para el alcance del niño.
Aunque los niños difieren en el rango de edad en el que comienzan a gatear, algunos signos físicos pueden indicar problemas potenciales. Los padres deben consultar a un pediatra si su hijo no ha mostrado signos de movilidad en el momento de un año, o si el niño parece estar gateando usando solo un lado de su cuerpo.