Las primeras ranas aparecieron hace unos 245 millones de años durante el período Triásico. Desde este momento, las ranas se han mantenido relativamente sin cambios. Son increíblemente adaptables y viven en una variedad de climas.
Las ranas son anfibios. Al igual que otros anfibios, son de sangre fría y deben adaptar su temperatura interna a la de su entorno. Algunas ranas se esconden bajo tierra o en el lodo cuando las temperaturas bajan para conservar el calor. Otros, como la rana de madera, usan la glucosa en su sangre como un tipo de anticongelante, lo que les permite sobrevivir en un estado de congelación hasta que el clima se calienta. Las ranas tienen excelentes habilidades para saltar y pueden extender hasta 20 veces su longitud corporal.