Los tres tipos de sistemas económicos utilizados en el mundo actual son la economía de mercado, la economía planificada y una economía mixta. Cada uno tiene sus propios beneficios y desventajas.
Los gobiernos desempeñan un papel menor en una economía de mercado, y los consumidores son el principal motor de la economía de un país. Las decisiones de los negocios son impulsadas por la oferta y la demanda, y el único trabajo del gobierno es asegurar que el mercado sea lo suficientemente estable como para soportar múltiples actividades económicas.
Una economía planificada o de comando está totalmente dirigida por el gobierno. Todo, desde la producción hasta la fijación de precios, lo realizan los funcionarios del gobierno, y tiene poca flexibilidad en la forma en que se ejecuta. Para algunas empresas, esta es una economía efectiva porque no hay costos de publicidad o marketing en los que se incurra.
Una economía mixta ofrece lo mejor y lo peor del mercado y las economías planificadas. Este tipo de economía no está controlada únicamente por el gobierno ni por el consumidor. Hay un poco de flexibilidad cuando se trata de este tipo de economía, y una economía mixta contiene políticas tanto capitalistas como socialistas.
Países como Estados Unidos y Francia tienen economías de mercado, mientras que Corea del Norte y Cuba tienen economías planificadas. Países como Rusia, Islandia y Suecia tienen economías mixtas.