Las opciones de tratamiento para los quistes renales generalmente incluyen pinchar y drenar el quiste, momento en el cual puede estar lleno de alcohol, afirma la Clínica Mayo. La cirugía también se puede usar para extirpar el quiste. Sin embargo, si el quiste se diagnostica como un quiste simple de riñón, no es necesario ningún tratamiento.
Los quistes renales son parches redondos de líquido que se forman en los riñones de un paciente, según la Clínica Mayo. A veces, estos quistes interfieren con la capacidad del riñón para funcionar correctamente, causando afecciones graves. Sin embargo, los tipos más comunes de quistes renales no son cancerosos y rara vez causan síntomas. En estos casos, el tratamiento no es necesario.
Si un quiste renal está causando síntomas, los médicos pueden decidir primero drenar el quiste para reducir su tamaño, afirma la Clínica Mayo. Un médico inserta una aguja grande a través de la piel del paciente y perfora el quiste, lo que permite que se drene. El médico a veces puede llenar el quiste con alcohol para evitar que se repita, ya que los quistes tratados de esta manera tienen una alta probabilidad de aparecer nuevamente. Por lo tanto, este tipo de tratamiento generalmente se reserva para circunstancias especiales.
Para los quistes más grandes o que causan síntomas graves, se puede recomendar la cirugía, dice la Clínica Mayo. Un cirujano hace varias incisiones pequeñas en el cuerpo de un paciente. Usando herramientas especiales y una pequeña cámara de video, el cirujano primero drena el quiste y luego quema o corta las paredes del quiste.