¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis B?

La hepatitis B puede estar marcada por dolor abdominal, orina oscura, fiebre, dolor en las articulaciones, pérdida de apetito, náuseas con vómitos, debilidad o fatiga e ictericia, o coloración amarillenta de la piel o el blanco de los ojos. Estos síntomas, que pueden ser leves o graves, suelen aparecer en cualquier lugar entre 1 y 4 meses después de que se haya producido la infección.

La hepatitis B es una infección viral que ataca el hígado. La hepatitis B crónica puede provocar otros problemas graves, como insuficiencia hepática, cáncer de hígado o cicatrización permanente del hígado, que se denomina cirrosis. La mayoría de los casos son tratables, y las personas infectadas con hepatitis B a menudo se recuperan completamente. Los niños son más susceptibles a las condiciones crónicas de la hepatitis B, pero se les puede administrar una vacuna para prevenir la infección. Una vez que un paciente tiene hepatitis B, aunque hay opciones de tratamiento, no hay una cura directa, informa la Clínica Mayo.

Si un paciente sospecha que él o ella puede haber estado expuesto a la hepatitis B, es mejor buscar una intervención médica de inmediato. Si se inicia un tratamiento preventivo dentro de las 24 horas posteriores a una posible infección, es menos probable que el paciente se infecte y sufra los síntomas más graves. Además, la hepatitis B puede ser altamente contagiosa. Saber si se ha producido o no una infección por hepatitis B y comenzar el tratamiento puede ayudar a prevenir la transmisión de la enfermedad a otras personas.