El protozoario fue históricamente un reino, varios niveles sobre un phylum, de organismos unicelulares. La mayoría eran heterótrofos, que obtenían energía del carbono orgánico obtenido al consumir otros organismos. Las taxonomías biológicas modernas abandonaron la nomenclatura formal de este grupo, ya que representa a muchos organismos con antecedentes evolutivos divergentes.
De manera informal, el término aún se usa de manera descriptiva para describir un grupo de eucariotas, organismos que poseen un núcleo unido a la membrana, que carecen de estructuras filamentosas que se encuentran en los moldes. Aunque la mayoría de los protozoos definidos clásicamente son heterótrofos, algunos son mixótrofos; estos organismos también son capaces de autotrofiarse, la generación de energía biológica del metabolismo químico o la luz solar. En general, todos los protozoos pueden moverse a través de ambientes acuosos utilizando pseudópodos, cilios o flagelos para propulsarse a sí mismos.