Un flujo de lodo (también llamado deslizamiento de tierra) puede cambiar áreas geográficas, destruir hogares y matar personas. Los aludes de lodo son una subcategoría de deslizamientos de tierra y pueden ocurrir en cualquier momento y en cualquier momento cuando la tierra, las rocas y otros escombros se conviertan saturado de agua.
Ready.gov advierte que los propietarios deben mantenerse al tanto de los cambios en y alrededor de su hogar y en las propiedades circundantes que podrían ser causados por la mala administración o modificación de la tierra, especialmente en las áreas costeras, de montañas y de cañones. Los altos niveles de agua subterránea en un área con lecho de roca agrietado pueden desencadenar el movimiento del suelo. Los terremotos, las erupciones volcánicas, las fuertes lluvias y el rápido deshielo de la primavera después de las fuertes nevadas pueden afectar la estabilidad inmobiliaria.
Los flujos de lodo pueden ocurrir rápidamente y golpear a velocidades de avalancha sin previo aviso. Ready.gov sugiere una serie de pasos proactivos que ofrecen cierta protección contra los efectos de un flujo de lodo. Comience preparando un kit de emergencia y creando un plan de comunicación familiar. Siga los procedimientos establecidos para el uso de la tierra, dejando un espacio apropiado entre los edificios y los valles de erosión natural, pendientes pronunciadas y bordes de montañas. Busque consejos preventivos y use accesorios flexibles para tuberías que resistan las roturas para evitar desastres. Plantar la cubierta del suelo y construir muros de contención puede cambiar las rutas de agua destructivas, pero es importante no causar daños hacia la propiedad de un vecino.