Los átomos son los bloques de construcción básicos de la materia. Cuando dos o más átomos se unen, forman moléculas. Un ejemplo sería dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno que se unen para formar una molécula de agua.
Los átomos se componen de tres partículas diferentes. Los protones y los neutrones se encuentran en el núcleo, que es el núcleo central del átomo. Los protones tienen una carga positiva, mientras que los neutrones no tienen carga.
Los electrones se encuentran en capas de energía fuera del núcleo. Cada una de estas partículas subatómicas tiene una carga negativa. Un átomo neutro contiene el mismo número de protones y electrones.
Los átomos cargados, llamados iones, se forman cuando un átomo gana o pierde al menos un electrón. Si un ion tiene más protones que electrones, tiene una carga neta positiva. Si el ion tiene más electrones que protones, tiene una carga neta negativa.
La tabla periódica de los elementos organiza todos los elementos de acuerdo con sus configuraciones electrónicas y propiedades atómicas. Usando la Tabla periódica, es posible determinar cuántos protones y electrones se encuentran en un átomo neutro.
El número atómico de un elemento corresponde al número de protones encontrados en un átomo de ese elemento. El helio tiene un número atómico de 2, por lo que hay dos protones en un átomo de helio. En un átomo neutro, el número de electrones es igual al número atómico. El magnesio tiene un número atómico de 12. Esto significa que un átomo neutro de helio tiene 12 protones y 12 electrones.